En un mundo necesitado de un continuo y tenaz aprendizaje, como es el de la hostelería, cobra un especial protagonismo la frase atribuida a Miguel Ángel Buonarroti, “Ancora Imparo”, cuya traducción es, “Todavía aprendo”.
En una sociedad en continuo cambio, el esfuerzo, el brío, el arrojo, la decisión y la energía, deben guiar e impregnar nuestra actividad, encauzada o dirigida a la “continua mejora”. No nos podemos permitir el lujo de quedarnos desfasados, puesto que supondría nuestra ruina. Por el contrario, no escatimar en tiempo y sacrificio, debe convertirse en una máxima que tengamos siempre presente. Humildemente pensamos que se hace preciso luchar, con autentico denuedo, por mejorar e incrementar técnicas, procesos y sistemas que añadan valor a nuestros negocios y que posibiliten su subsistencia y éxito. En muchas ocasiones, por no decir en todas, las oportunidades hay que crearlas.
De lo antedicho, se pueden imaginar cual es el valor esencial y la relevante posición en la que ubicamos la mejora del conocimiento.
En el mes de septiembre, al igual que con el inicio del curso escolar, existe una ingente oferta de cursos y estudios relacionados con la gastronomía y el sector agroalimentario, así como un sinfín de congresos, jornadas y eventos que, a buen seguro, enriquecerán nuestra preparación y procederán a incrementar nuestro bagaje de experiencias y conocimientos.
Pese a que todo lo citado podría calificarse de consabido, conocido e incluso reiterativo, nuestra intención es que sirva de toque de atención y que las meras palabras se traduzcan en hechos.
Ojalá reaccionemos y tomemos conciencia.