Pasión y dinamismo.
Es grato y hay que agradecer que en estos tiempos de globalización, todavía existan personas dedicadas a la cocina que apuestan por la autenticidad y por la esencia de una restauración con espíritu e identidad, por la personalidad y la sustancia, en fin, por el valor y la transcendencia de la cocina Mediterránea.
El sello y la impronta del arte culinario que ejerce Montse Perálvarez, transmite veracidad y el espíritu de arrojo y lucha inherente al pueblo grauero.
En un rincón del Distrito marítimo hallamos arroces y los productos de nuestro Mediterráneo, tratados con esmero y con la firma propia de alguien que ama, pone pasión y cree en lo que hace.
Nuestros mejores deseos, y tan solo desearte más éxitos en tu trayectoria.