El buen hacer culinario
Cuantos nos dedicamos a la hostelería sabemos sobradamente del sacrificio que requiere y de la exigencia que supone, si bien compensa si logramos la satisfacción de la clientela a la que nos debemos.
Los que vivimos en este mundo somos o debemos ser unos inconformistas, de modo que huiremos siempre de la autocomplacencia, buscando la continua progresión en aras de la mejora y optimización de nuestro oficio.
Por otro lado, debemos de ser receptivos y sensibles a los gustos y a las exigencias de las personas que depositan su confianza en nuestro proceder. Ahora bien, sigo apostando por una cocina autentica que ponga en valor las virtudes y propiedades de los productos de calidad que a diario empleamos. Seguimos apostando por lo veraz y huyendo de lo artificioso y falaz. Pese a ello, juzgamos oportuno resaltar la innegable calidad de la extensa y variadísima gama de productos que tenemos a bien seleccionar, de unos proveedores que cuentan con un innegable prestigio y con una impoluta trayectoria.
Que no quede duda alguna de nuestra intención de transparencia, colmando los anhelos, deseos y gustos de los comensales en nuestra casa, puesto que en ello nos va nuestro crédito.